Tuesday, March 18, 2008

Me encanta Dios



Me encanta Dios.
Es un viejo magnifico que no se toma en serio.
A él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero eso a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida sea para siempre.
Ahora los científicos salen con su teoría del Bing Bang... Pero, ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- ¡bacterias mutantes!
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
Mueve una mano y hace el mar, mueve otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.
Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira.
Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.
Dios siempre esta de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.
A mí me gusta, a mí me encanta Dios.
Que Dios bendiga a Dios.

Jaime Sabines
(1926 - 1999)

12 comments:

Ricardo Otero said...

La gente no cree en la religión por una cosa: los religiosos muestran a Dios por medio del medio.

Creo que nunca leyeron a Sabines.

Ricardo Otero said...

por medio del MIEDO. Disculpen ustedes.

Anonymous said...

se ve q el tal mac no tiene NPI de la diferencia entre el antiguo y el nuevo testamento. si la supiera, a lo mejor no diría la estupidez que acaba de decir.

y eso que no soy religioso

Anonymous said...

y otra cosa mac: sabes distinguir entrev religión e iglesia?

se ve q al q le falta leer es a ti.

David el Terrible said...

sí, mi buen mac, te resbalaste esta vez, mi compa. es cierto lo del antiguo y nuevo testamento. hay que leerle, jeje

Anonymous said...

De acuerdo con mac, incluso para quienes crean que a través del antiguo y el nuevo testamento se dice otra cosa. El miedo siempre ha sido la base de la religión, es miedo a un ser supremo capaz de controlar todo lo que nos rodea ¿¿??. Habría que pedir que lean más, a quienes creen a ciegas en lo que dice el testamento, viejo o nuevo.

Anonymous said...

De acuerdo con el comentario 3,4 y 5.

Unknown said...

hasta que encontramos un momento cultural en este blog.. hahahaha
mac date un tiro hahahahaha
besos tusitepo

Ricardo Otero said...

No entendí que tiene que ver lo del Antiguo y Nuevo Testamento. Ilumínenme.

Yo hablo por los 12 años de educación católica que recibí, en ningún momento metí a la Biblia en mi comentario.

Anonymous said...

9 años de educación católica me permiten respaldar el comentario de mac. Creo que la mayoría de los promotores de la religión tampoco han leído mucho la biblia (nuevo o viejo testamento), por lo cual eso no tiene nada que ver con la forma en la que la religión se muestra a la generalidad de la gente...

y se ve que "el tal armando" tiene serias necesidades de confrontación... lée a sabines mijo, ríete un rato de lo serio de la vida, y toma el comentario de mac como lo que es... un muy válido cumplido a uno de los mejores escritores de nuestro país, y un comentario bastante puntual ante una realidad que mucha gente vive... si no lo crees pregúntale a un niño de la sierra que sabe de Dios... te apuesto a que te contestarán "pecado" o "cielo e infierno". Bellísimo poema por cierto... de mis favoritos.

Anonymous said...

otro ignorantote el tal angel

xosean said...

Es lo que pasa cuando se habla de religión. Tranquilos, todos tenemos derecho a creer en lo que se nos dé la gana, tenemos derecho a decirlo y tenemos derecho a que no nos parezca lo que dicen otros, pero descalificarlo ofensivamente es solamente un síntoma de algo que nos falta a los ateos (soy ateo y lo soy mucho, porque soy escéptico, pero como decía Borges, y lo comparto, "soy tan escéptico, tan escéptico, que a veces dudo de mi no creencia en Dios") y a los creyentes de Cristo, Buda, Maradona o lo que sea, a todos nos falta tolerancia, sin la cual ningún pensamiento espiritual no puede existir, porque nos volvemos reaccionarios y absolutistas: estás conmigo o contra mí, crees en lo que yo o estás mal.

Total, una cosa es una discusión de nivel y otra discusión en desnivel. A mí lo que me encanta es Sabines, quien en vida llegó a causar un furor tal que el Palacio de Bellas Artes se abarrotó para oirlo decir sus poemas. Cientos desde fuera, gracias a bocinas y pantallas, pudimos sentirnos los amorosos y adorar a la tía Chofi. Fue como un concierto de rock sin música. Desafortunadamente o porque tenemos una memoria de corto plazo, unos meses después Sabines agonizaba, y porque Cyn tenía que cubrir la nota, de acompañante de la reportera pasé algunas tardes haciendo guardia afuera de su casa esperando la mala noticia. El día que lo enterraron no estuve, pero Cyn me contó que no estaba ninguno de los miles de sabineanos que habían sido bautizados en su creencia, dentro y fuera de Bellas Artes. Llovía, y si acaso menos de cinco compañeros de la fuente cultural acompañaron a la familia del poeta cuando la tierra lo arropó. Quiero creer que todos prefirieron hacer como que no ha muerto y seguir oyendo su ronca voz cada vez que leen al maestro.