Siempre he creído que en los peores momentos de la vida funciona regresar al origen y escarbar en los valores más básicos que tenemos, pero que también son los más importantes y los que constituyen primordialmente lo que ahora somos.
Lo que salga como resultado de eso tal vez yo nunca lo sepa, pero sí quiero que te enteres que cada vez que te veo a los ojos encuentro tus colores verdaderos, con los que pintas y llenas mi vida.
Regresa ahí, yo sé que encontrarás tus respuestas, mientras esperaré a que vuelvas a verme con el amor absoluto que me dedicas en cada mirada, pero ya sin frustración ni tristeza.
Y si los pasos son difíciles, no olvides que mi parte favorita de caminar junto a ti es cuando necesitas mi hombro.
