Tuesday, September 16, 2008

Siempre pasa lo que tiene que pasar...

Y creo que pasò...
Este año ha estado en movimiento en muchos aspectos de mi vida, pero desde la ùltima semana y hasta hoy me he topado con una serie de acontecimientos afortunados, extraños, y desafortunados que me han obligado a clavarme màs en el fondo y no en la forma.
Un martes terrible, un mièrcoles aturdido, un jueves liberador, un viernes extrañamente divertidìsimo, un sàbado nostàlgico y eufòrico, un domingo de confesiones, propuestas, mucha fiesta y al final revelador, un lunes que tuvo un destello de luz que prometìa, y que terminò en un ¨grito¨ ahogado que dijo mucho màs sin necesidad de utilizar el volumen.
Hoy, un martes que buscò en todo momento marcarme y llenarme, un dìa que apuntaba al descanso, pero que se moviò hasta el final.
Primero, un ¨desayuno¨ chismoso de mediodìa con la Oli, despuès una comida que se organizò en 10 minutos con el Anònimo Veneciano, y una siesta corta interrumpida por una llamada de un ¨conocido-desconocido¨ invitàndome a tomar un cafè.
He de decir que, literalmente, me agarrò dormida y contestè que sì, Cuando pude reaccionar, ya tenìa un compromiso encima y morìa de flojera como para llevarlo a cabo, pero era demasiado tarde, estaba hecho.
Lleguè y dos minutos despuès èl estaba ahì. Un saludo cordial seguido de un par de comentarios espontàneos y àcidos que me salieron del alma ayudaron un poco a romper el hielo.
Ocupamos una mesa de la terraza y empezamos la plàtica. Yo tenìa pensado despedirme, bajo excusa, una hora despuès y regresar a mi cama, pero las palabras se extendieron y tomaron un rumbo que en este momento agradezco.
Me hizo pensar en un dìa que no tenìa planeado hacerlo, sòlo querìa descansar, me sentìa agotada, sobre todo mentalmente. Me hizo recordar que he dejado de seguir a mi atinado instinto para perderme en situaciones que, lejos de beneficiarme, me han distraìdo en el camino a la tranquilidad.
Empecè a encontrar en mi plàtica una cantidad enorme de momentos que en ese instante cobraron sentido y se convirtieron en un todo para enseñarme que lo que me he construìdo para lograr una vida màs estable no està destruìdo, es solamente que descuidè el proyecto y se quedò en pausa, listo para activar ¨play¨en el momento que lo decida. Y està decidido.
No tengo idea de la naturaleza de la llamada, con todo y que hubo una explicaciòn de por medio, sigo pensando que nada en esta vida es casualidad, y aunque suene bàsico va mucho màs allà de lo que parece: ¨siempre pasa lo que tiene que pasar¨.
El frìo y la hora de cierre del lugar nos obligaron a detener la conversaciòn que prometimos reanudar otro dìa.

Finalmente me regresè a mi casa pensando en el enorme àngel que tengo, que me deja andar por los caminos siempre presentàndome la manera de retomar o seguir el correcto.

Al principio pensè que te habìas ido a vivir al cielo y ahora sè que desde siempre te quedaste a vivir aquì. Què maravilla saber que sigo compartiendo contigo, de otras formas, todo lo que me pasa en este andar. Soy muy afortunada, lo he sido siempre. Gracias por tomarte el tiempo de recordàrmelo, aunque, ni modo, es tu chamba.

1 comment:

Olis said...

Nenis...está lindo el post porque a veces, como tú, yo igual he tenido la necesidad imperante de regresar sobre mis pasos...si a alguien le han pasado cosas extrañas en al vida es a mí y por la que estoy pasando en este año es como de novela...pero lo más chistoso es que siempre hay alguien que te regresa al camino principal...es cuestión de ver un poco más allá y estar abierto a cualquier posibilidad...
Te adoro...
Olssss