Thursday, September 6, 2007

Inevitablemente uno màs



Hoy es uno más de esos días que odio y que se me han aparecido 28 veces en la vida.
Llega puntual, sin avisar, y por más que lo implore, no se retrasa ni por equivocación.


Es verdad que no existe fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, es verdad...
Como también es verdad que, pase lo que pase, nunca he deseado vivirlo, siempre he buscado la manera de saltarlo sin poder evitarlo. Hoy no es la excepción.



Debo explicar que la razón es que este 7 de septiembre, tan conocido y a la vez tan desconocido, enigmático y sorpresivo, me lleva a reflexionar (cuestión que me asegura esta actividad por lo menos una vez al año) sobre lo que he hecho y lo que no (que es peor) en el transcurso de los 27 anteriores.


Reconozco que la fortuna me ha acompañado en la mayor parte del camino, y más me vale no quejarme, porque tengo una familia que me adora y me apoya. Mi madre es insustituible, nadie podría llenar mejor ese lugar que ella; mi hermana es mi alegría, mi luz, a veces no puedo entender cómo una personita tan pequeña me puede generar mundos de sentimientos buenos; y mi papá, aunque lo pedí prestado, es el que quería tener y me siento afortunada porque se me concedió elegir.En cuanto a mis amigos, a pesar de ser difícil llenar el significado de esa palabra, puedo presumir que tengo más de los que puedo contar con los dedos de mis manos.


De mi carrera profesional puedo decir que la he llevado como se me ha pegado la gana (CASI como todo en mi vida) y estoy orgullosa de los resultados obtenidos hasta ahora.


He sido muy feliz y me he rodeado de personas y situaciones que han multiplicado esa felicidad.

Pero en el recuento anual de los "daños" se acumulan piedritas en el zapato que me impiden caminar con comodidad. Me refiero a las personas que se han restado y que por diferentes razones ya no forman parte de mis días.

Siempre he pensado que el peor sentimiento del mundo es el de extrañar a alguien, más aún cuando no existe posibilidad de que pase algo que haga cambiar ese estado.


No puedo evitar recordarlos en este alto del camino, en realidad no puedo evitar recordarlos nunca. Tampoco puedo evitar sentir 'extrañamiento'.

Como si esto fuera poco, en los últimos días se han unido más personas a esa lista. Personas que he amado con casi todas mis fuerzas (afortunadamente todavía me quedan), los que me conocen sabrán que no sé hacerlo de otra forma.


Nunca estás preparado para que la gente que amas se vaya, por lo menos yo no.


Después de un año tan ajetreado, como lo ha sido este último, se abren otras posibilidades para el siguiente. Sé perfecto que hay grandes cambios para mí en puerta, también vienen decisiones importantes. Como en todos los ciclos de nuestra vida los caminos están abiertos, y una vez más me toca elegir. Ya les contaré...



Gracias a todos los que han contribuido a nutrir de felicidad los 28 que ya ostento. Espero me dejen compartir con ustedes varios más.




Dedicado a Tina y "acho", me harán falta siempre.







1 comment:

Anonymous said...

Para perder a alguien nadie está preparado, al menos a mí no me han pasado la receta para superar algunas pérdidas.

Sé feliz siempre, sea en uno de estos días o no.